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Ricardo López
Murphy ministro, ¿Domingo Cavalo como presidente del Banco
Central?
Caballo,
ex – ministro, habla de reemplazar la paridad peso-dólar por
una canasta de monedas
por Mauricio
Crea
Argentia
La Argentina
cambio de ministro de Economía y festejaron quienes tenian que
festejar: los representantes del sistema financiero, quienes
defienden a rajatabla la receta de la ortodoxia económica, los
organismos internacionales encabezados por el Fondo Monetario
Internacional (FMI) y la embajada de los Estados Unidos, que sin
pudor y en un hecho poco frecuente, se pronunció públicamente
y calificó de "brillante" la designación de Ricardo
López Murphy al frente de la cartera económica. Si el nuevo
ministro acierta en la conducción económica, a los ojos de
Wshington podría adquirir un peso similar al del ex ministro
Domingo Cavallo en la época de apogeo del gobierno de Carlos
Menem. "Es un amigo de la casa", se ufanó un
calificado financistas durante el acto de asunción del flamante
ministro.
Para que no
quedaran dudas, la Bolsa acompañó el encumbramiento del
ministro con un alza del 8%. Cuando su antecesor José Luis
Machinea asumió la conducción económica, en plena euforia por
el triunfo electoral de De la Rúa, fue acompañado por una suba
accionaria de apenas el 0,6 por ciento. López Murphy juró
rodeado de banqueros, economistas liberales y operadores
financieros, la clara encarnación del poder económico en la
consagración de quien se supone emergente de un gobierno
democrático. Una muestra indiscutible además del verdadero
poder, ese que atraviesa gobiernos de cualquier signo político
y que llega a su máximo encumbramiento de la mano de gobiernos
uniformados.
Ausencias
Así como las
presencias marcaron el signo de la hora. También las ausencias
dejaron su impronta. No asistieron al acto ni legisladores de la
Alianza, ni dirigentes partidarios, ni gremialistas amigos del
poder. De la Rúa le tomó juramento a López Murphy sin la
compañía del ex presidente Raúl Alfonsín (líder de la UCR),
ni del renunciante vicepresidente Carlos "Chacho"
Alvarez (líder del Frepaso). Dos pesos pesados de la política
argentina y claros referentes de la Alianza política que
gobierna la Argentina, quienes optaron por estar en otros
lugares a la hora señalada. Esa falta de apoyo político es el
talón de Aquiles del nuevo ministro de Economía.
Educado en la
escuela de Chicago, López Murphy sabe que su designación
sirvió para tranquilizar a los "inversores", la banca
y los organismos internacionales, pero debe ser conciente que
esos apoyos no le alcanzarán para enfrentar su mayor desafio:
tiene siete meses para reactivar una economía sumida en una
aguda recesión que ya lleva dos años, y recuperar así a la
mayoría de los hoy desilusionados votantes de la Alianza,
porque sin ellos no se puede gobernar en democracia.
La elección de
senadores nacionales, en octubre próximo, es un test electoral
crucial para el gobierno de la Alianza.
Las ideas-fuerza
del nuevo ministro son la aplicación de un drástico recorte de
la estructura estatal, fuerte ajuste de gastos en todas las
provincias, reducción del déficit fiscal, desregulación del
mercado laboral, y reforma de las obras sociales y del sistema
previsional. López Murphy vigilará en forma directa la
evolución de la caja fiscal, una garantía de disponibilidad de
fondos para el pago de la deuda externa.
En el lenguaje
del ministro no figuran incentivos a la producción ni medidas
para combatir la desocupación.Tampoco parece interesarle en
demasia el futuro del Mercosur y se entusiasma mucho más con un
acercamiento comercial con los Estados Unidos vía el ALCA
(Acuerdo para el Libre Comercio para las Américas), en
sintonía con los deseos de la administración Bush.
El futuro
inmediato A cortísimo plazo, las reacciones son positivas, pero
la pregunta es qué pasará después. López Murphy sabe que no
dispone de mucho tiempo para cambiar recesión por
reactivación, o al menos lograr algunos signos de
recuperación. "Si entre mayo y junio no se ve una
seguidilla de indicadores económicos positivos, la situación
se pondrá muy difícil", se sinceró un encumbrado
representante de la banca internacional con sede en Londres.
El propio FMI,
aunque con cierta flexibilidad, tambien le anticipó al ministro
que espera síntomas de mejora en un plazo no mayor de dos
meses. ¿Qué pasa si la varita mágica no logra recuperar la
economía? En un año electoral, De la Rúa verá escurrir el
poder de entre sus manos, mientras algunos vaticinan la
instalación de un debate que será explosivo en la Argentina:
una eventual salida del esquema de convertibilidad.Su propio
mentor, el ex ministro de Economía Domingo Cavallo ya habla en
su círculo de confianza de reemplazar la paridad peso-dólar
por una canasta de monedas que permita salir del férreo corset
que impone la paridad $1=u$s1. Cavallo está inmerso en una
compleja negociación con el Gobierno para acordar su ingreso
como presidente del Banco Central, o bien colocar allí a un
hombre de su máxima confianza. Todos saben en la Argentina que
Cavallo no sólo fue el garante de la convertibilidad, también
es el garante para una salida lo más ordenada posible de ese
esquema cambiario. LA
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