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La realidad
chilena y nuestro conocimiento
por Carlos Zapiola
Analista político
Cuando uno mira
televisión abierta, temprano en la mañana suele hacerlo para
tener alguna idea de informaciones nacionales, mundiales y
últimamente del cómo va a estar el día, cuánto calor va a
hacer y que ropa vestir al salir de casa.
Por eso uno
recoge en pocos minutos lo que se ve titulares de los diarios
uruguayos y argentinos, algunas noticias de cadenas
internacionales y la página principal de muchos servicios de
información por Internet.
Si un periodista
nos dice sorprendido, que en Chile no ha sido una noticia
impactante el cambio de Ministro de Economía argentino y para
afirmar ello nos muestra "La Tercera Digital" con
títulos que nada tienen que ver con el tema, uno se ve obligado
a escribir algo sobre el país trasandino. Trasandino para
nosotros, puesto que para ellos los "trasandinos"
somos nosotros. Y esto que parece una nimiedad, no lo es.
Un uruguayo medio
cree saber de Chile mucho más que lo que un chileno de su mismo
nivel intelectual conoce de Uruguay. Para quienes hemos tenido
la suerte de vivir dos meses seguidos en ese país, esto es algo
casi comprobable.
"Así que se
va al Uruguay de nuevo" me dice una empleada administrativa
de una imprenta, con estudios secundarios terminados. "Y
debe atravesar Perú, entonces" culmina su frase.
"Uruguay
ganó una medalla de plata en la Olimpíada", me dice la
esposa de mi mejor amigo chileno. Luego de haber escuchado radio
todo el día, leer tres diarios y charlar con varios
santiaguinos y no haberme enterado, me dispongo a disfrutar-ver
en el noticiero central de TV esa información. Y no está.
Recién a la mañana siguiente consigo ver a Milton Wynants
girando en el Velódromo australiano, besando nuestra bandera.
Sí, es verdad.
El aislamiento de Chile en materia informativa es tremendo.
Si uno hace una
lectura rápida, muy superficial de lo que es la sociedad
chilena podría decir que el mundo existe solo en función de
Chile. Que el nacionalismo es muy fuerte y entonces es fácil
explicar por qué casi hay guerra con Argentina, de la misma
forma que no hay acuerdos con la mediterránea Bolivia pidiendo
desde hace mucho tiempo su salida al mar.
Pero todo esto
puede pasar porque la Cordillera separa y lo hace de una forma
excelente y de pronto somos nosotros quienes no comprendemos
como funciona esa sociedad.
No llegan
noticias de Uruguay porque no hay radio uruguaya con alcance,
salvo sobre la medianoche y no todos los días. Pero tampoco las
hay de Brasil, Argentina o Paraguay.
Porque Internet
no tiene el desarrollo que conocemos en Uruguay, no solamente a
nivel hogareño, sino también institucionalmente hablando.
El Mercosur es
algo que se maneja a nivel político pero no es algo tangible en
la realidad.
Ese nacionalismo
que entre nosotros parece exacerbado lleva a escuchar que Nelson
Acosta es el técnico chileno que gana el bronce en Fútbol
Olímpico, "odiado en Uruguay por haber gritado el gol de
Salas en el 96", pero es el técnico uruguayo buscando
trabajo al abandonar una selección chilena muy comprometida en
su clasificación al Mundial. Y Morena, en ese momento técnico
de Colo Colo que pierde 3-1 con Católica faltando diez minutos
y con 9 jugadores, "es el nueve de la selección uruguaya
vapuleada en el 74 por Holanda al igual que ahora es vapuleado
el equipo albo, por un equipo dirigido por uno de aquellos
jugadores de la Naranja Mecánica", que termina empatando
en el último minuto y no recibirá ningún elogio por ese
hecho.
Pero lo que hay
que entender es que la economía chilena corre por carriles
separados a los de Uruguay. Que muy poco importa lo que pase en
Argentina, al ser cambiado un Ministro, porque tienen otros
intereses y necesidades diferentes a nuestros países. Pero que
sobre todo tienen una balanza de pagos muy distinta, no dependen
en absoluto de Argentina, no tienen deuda externa y viven y se
desarrollan a su modo allá lejos, del otro lado de la
Cordillera de los Andes.
Somos distintos.
Ponemos el acento en cosas diferentes. Defendemos historias y
figuras que no son las mismas. La forma de salida de los
períodos dictatoriales son propias de cada país. La geografía
no los ayuda a integrarse a pesar de los esfuerzos políticos
que se realizan.
Resumiendo: son y
conforman otro país, otra nacionalidad, otra forma de ver la
realidad que no coincide muchas veces con la nuestra. Tienen
otros problemas, tienen hasta un conflicto social serio con los
mapuches, porque poseen aún habitantes de la América
precolombina que reclaman derechos sobre tierras que les dejaron
de pertenecer y no por su voluntad.
Se podría seguir
escribiendo mucho sobre otras diferencias, cómo celebran su
Día de Independencia, cómo es el Día de las Glorias del
Ejército y la unción con la que el chileno medio espera la
Parada Militar, cosa inimaginable entre nosotros. Pero esto da
pie para otras notas sobre la población de un país que nos
desconoce en verdad , tanto como nosotros los desconocemos a
ellos. LA
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